Mente ciega

Este proyecto, The Acid Cookie, posiblemente es el más ambicioso que he emprendido de forma personal, algo verdaderamente mío. Siempre he sido algo artística: pintando, escribiendo, tomando fotos, grabando cortometrajes que nadie entiende o haciendo pequeñas esculturas horrorosas de cabezas deformes que terminan guardadas y hechas pedazos. Sin embargo, nunca había formalizado nada, simplemente creaba por crear. Es algo que no puedo evitar, lo llevo dentro de mí y es algo que no puedo controlar.

Recientemente fui "diagnosticada" (gracias a TikTok) con afantasía, una condición que se describe como la mente ciega. Esto significa que, aunque puedo tener ideas, no puedo crear imágenes mentales de ellas en mi cerebro. Los textos que explican esta condición suelen decir: "Piensa en una manzana", y luego te piden que identifiques con qué grado de claridad puedes verla en tu mente. Yo no veo un carajo. En serio, no veo nada. Cuando me di cuenta de esto, muchas cosas hicieron sentido. Las ideas que tengo siempre necesitan hacerse realidad; por eso hago tantas cosas, porque si no las hago, no se materializan.

¡Eso explica tanto! Si me conoces, espero que esto también te responda algunas preguntas sobre mí. Muchas veces la gente me pregunta: "¿Hay algo que no sepas hacer?", y mi respuesta siempre es: "Claro, no sé hacer miles de cosas, pero también sé hacer muchas". Lo que ahora entiendo es que lo que he aprendido a hacer no se debe necesariamente a talento, inteligencia o habilidades innatas, sino a pura necesidad. Esta mente con ADD/neurodivergente (también diagnosticada por TikTok), llena de miles de pensamientos por minuto, necesita crear para ver.

Como parte de un proyecto de vida, formo parte de una organización sin fines de lucro en Puerto Rico que ayuda a perros y gatos sin hogar, PR Animals. Siempre creaba diseños para artículos de recaudación de fondos. Nada demasiado complicado, realmente mucho Canva, con imágenes de stock y algunas cosas originales. Entonces llegó la fiebre de los stickers, y otra persona en la organización comenzó a hacerlos. Me pareció genial que hoy en día uno pueda comprar los materiales para hacer algo como "stickers" en su propia casa. Así comenzó esta parte de la historia: compré impresoras, una Cricut, tanto vinilo imprimible que podría empapelar mi casa, y un montón de chucherías con las que comencé a experimentar. ¡Esto era un nuevo mundo para mí!

Entonces, tenía una idea, me sentaba, la diseñaba en la computadora, lo pasaba entre la impresora y la Cricut, y luego se convertía en un producto. Así de sencillo. Fue un rush de adrenalina, dopamina y todas las “inas” positivas que puedas imaginarte. Mi esposo notó el cambio en mí inmediatamente. Con frecuencia, cuando me veía algo estresada, me decía: "Vete a jugar con la Cricut", sabiendo que eso me llenaría de satisfacción casi orgásmica. Han sido muchas las horas y días que he pasado jugando con mi Cricut.

Le tomaba fotos a todo lo que hacía y lo compartía por WhatsApp con mis amigas, o me lo llevaba a la oficina y a la gente que se los enseñaba les gustaba. Eso me motivaba a crear más. Pero un día, después de darme cuenta de que estaba usando mucho arte de Canva o AI, y casi nunca mis propios dibujos, saqué el iPad y comencé a dibujar. Mi propósito era encontrar mi estilo, hacer lo que me gusta a mí, como me salga del corazón o de donde salga. Así llegué a ¡Asalto!, y en cuestión de días ya había completado la colección de Navidad Boricua. (ver primer journal post)

Ahora, mi mente no está ciega, porque delante de mis ojos está lo que he creado. Quién sabe cómo lo aceptará la comunidad. Lo único que sé es que me llena de alegría crear, ver mis ideas plasmadas en los productos y saber que mañana vendrán nuevas ideas que cobrarán vida.

Estamos a solo 8 o 9 días de lanzar la tienda online. Queda menos por hacer, pero una de las partes más difíciles sigue pendiente: la traducción al inglés. Casi me paralizo pensando en cómo arrancar, sobre todo con algo tan cultural como explicar el concepto de Asalto sin que se pierda el contexto alegre de la Navidad Boricua o, peor aún, que se malinterprete. Pero, como todo en este proyecto, tengo que hacerlo para verlo.